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La Tecnología al Servicio de la Seguridad Vial: un Compromiso Urgente

El trágico accidente ocurrido en marzo de 2025 en la Ruta 5 norte, en el que se vieron involucrados cuatro autobuses de pasajeros, es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la seguridad vial en nuestro país. Seis vidas perdidas y al menos once heridos son consecuencias de un siniestro que nos obliga a reflexionar sobre la urgencia de tomar medidas efectivas para evitar tragedias como esta. Los accidentes de tránsito no solo afectan a quienes están directamente involucrados, sino que tienen un impacto devastador en las familias, comunidades y en toda la sociedad.

La mayoría de los accidentes de tránsito podrían haber sido evitados con las tecnologías activas y pasivas disponibles hoy en día. Dado el aumento del parque vehicular, las velocidades que alcanzan los vehículos nuevos y las presiones por cumplir horarios cada vez más estrechos hacen imperativo incorporar soluciones tecnológicas avanzadas que ayuden a reducir accidentes, garantizar la seguridad de los conductores y proteger a los peatones, pasajeros, la comunidad en general y otros vehículos con los que compartimos la vía.

La tecnología tiene el poder de transformar la forma en que entendemos y gestionamos la seguridad, con la implementación de dispositivos que analizan el comportamiento del conductor detectando cansancio, distracción o fatiga. Además, escanean el entorno monitoreando a los vehículos y peatones cercanos, midiendo su distancia y velocidad y tomando las medidas adecuadas para mantenerse a distancias prudentes y seguras. Estas soluciones no solo permiten detectar posibles riesgos antes de que ocurran, sino que también facilita una respuesta rápida y precisa en caso de emergencia.

La detección y el análisis de comportamientos de riesgo de los conductores, causa del más del 80% de los accidentes, a través de dispositivos en la cabina, son una herramienta invaluable, dado que pueden identificar patrones peligrosos como excesos de velocidad, cansancio, frenadas bruscas, distracción al volante o conducción agresiva. Al generar alertas en tiempo real a los operadores de las centrales de monitoreo y a los mismos conductores, podemos actuar de manera preventiva, corrigiendo conductas antes de que se conviertan en situaciones fatales.

Además, los sistemas inteligentes pueden crear perfiles detallados de cada conductor, proporcionando una visión precisa de sus hábitos y comportamientos en la carretera y, junto con esto, contribuye en la formación de los conductores, permitiendo intervenciones personalizadas y programas de capacitación enfocados en reducir el riesgo de accidentes.

La clave para evitar tragedias como la de Coquimbo no solo radica en la acción inmediata tras un incidente, sino en la prevención mediante la gestión proactiva de la información. El futuro de la seguridad vial no puede basarse únicamente en la regulación y la capacitación tradicional. Necesitamos innovar en la forma en que gestionamos el transporte y la movilidad, y debemos trabajar en conjunto para que cada kilómetro recorrido sea más seguro para todos.

Rodrigo Serrano, Vicepresidente Corporativo de Desarrollo e Innovación en Wisetrack Corp.